Actualmente se considera uno de los medios de transporte por excelencia en la ciudad, y su apropiación por parte de las personas es clave para el mejoramiento de la calidad de vida individual y colectiva. Por ello, en 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 3 de junio como su día mundial argumentando “la singularidad, la longevidad y la versatilidad de la bicicleta, que lleva en uso dos siglos, y que constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud”.
El IDRD se suma a esta celebración que exalta el carácter positivo tanto del ‘caballito de acero’ como de la Ciclovía, que sin lugar a dudas transformó a la capital colombiana y la puso como referente internacional en materia de recreación y deporte
El inicio del cambio
Todo comenzó en 1974, en la calle 72 con carrera 9, donde hoy funciona el sector financiero de Bogotá. Un momento de inspiración que se transformó en una sana costumbre para la ciudadanía, gracias al movimiento ciudadano 'Pro-cicla' liderado por Jaime Ortiz (en la primera imagen).
De la revolución a la evolución del pedal en Bogotá
Su historia data de 1974 y con ella inició la materialización de los sueños de millones de entusiastas que han tenido la oportunidad de disfrutarla. Escenario para el desarrollo de una cultura que hoy cobra mayor fuerza y considerada Patrimonio Cultural Inmaterial, sus 127,69 kilómetros de recorrido constituyen la base de una tradición que hoy tiene nombre propio y es sinónimo de actividad física, progreso y amor por una ciudad que abre sus puertas a todas las personas.