Roberto Terán Tafur
Ecuestres, salto.
Nacido en cuna ecuestre por ser tradición familiar vivir entre los caballos, la herencia de su abuelo paterno y de su padre (llamados ambos también Roberto), y de su abuelo y tío maternos, Carlos José y Juan Carlos, estuvo a punto de perderse cuando chico, por un grave accidente al caerse de un equino.
César Alberto Herrera Cortés
Atletismo marcha maratón relevo mixto
No cabe duda que a este bogotano de pura cepa, el destino le tenía escrito que debería ser marchista, caminante o andarín, como quieran llamarlo, pero atleta al fin y al cabo; por eso le puso pistas en el camino y él las entendió fácil, y hoy, luego de años practicando en los 20 y 35 kilómetros, es uno de los clasificados por el Equipo Bogotá a los Juegos Olímpicos.
Valeria Arboleda Mendoza
Boxeo 57 KGS
Bien dicen que las mamás, muchas veces marcan el destino de sus hijos, y en el caso de Valeria Arboleda Mendoza no fue diferente, porque doña Olga Lucía –su progenitora- le ha dicho a su hija dos frases que le han señalado el camino de su vida. La primera, “si vas a ser boxeadora, tienes que trabajar duro para ser la mejor, no para que te peguen”; que fue lo primero que le indicó cuando a sus 14 años, la pequeña Valeria le dijo que se dedicaría al boxeo.
Mateo Romero Blanco
Atletismo marcha maratón relevo mixto
A sus siete años, inició patinando porque sus padres querían ponerlo a practicar algún deporte, para que quemara la energía y actividad con las que vivía; iba por buen camino, pero una vez vio a su hermana practicar marcha atlética y su chip cambió instantáneamente. Se enamoró de esa disciplina y empezó a practicarla con esmero y dedicación.
Angie Rocío Orjuela Soche
Atletismo, maratón
Su vida gira en torno a su familia y al atletismo. Son su motor. En lo personal, su esposo Andrés Camargo y su hija Shalene, a quien le dedica cada segundo que tiene libre cuando su profesión se lo permite, por sus entrenamientos y sus continuos viajes dentro y fuera del país.
Natalia Carolina Linares González
Atletismo, salto largo
En sus ratos libres –los pocos que le quedan-, no duda en irse a su natal Valledupar, específicamente a adentrarse en la ribera del río Guatapurí, a recargarse de buena vibra, como dice, a inyectarse la mejor energía y olvidarse del mundo para volver con todo. Ah, y comerse “una buena dosis” de salchipapas.